Pesquera de Ebro 09146 - Burgos
Pesquera de Ebro
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ARTES DE PESCA
Pesca con Cuerdas/Tientos Este tipo de pesca consistía en dejar puestas varias cuerdas o tientos atadas a ramas en la orilla, en las zonas en las que los peces dormitan por la noche, se les ponía con cebo y se marcaban sus posiciones, al día siguiente se iba a arramplar con lo que habría caído. Esta forma de pesca, obviamente, también está prohibida totalmente hoy en día. Obviamente, y tal y como se aplica no llega a ser una trampa en la plenitud de su palabra, sin embargo se asemeja bastante al intento de acopiar y desbastar un hábitat fluvial que cada día está más mermado. Es difícil de gestionar cuando se pesca al tiento, con cebo, ya que muchas veces el pez traga el anzuelo muy profundamente y el quitarlo sin provocar daños irreparables, para poder devolver con vida es casi imposible, es más el que usa estas tácticas no tiene ese objetivo. El aparejo es muy sencillo. A nuestro anzuelo plomaremos ligeramente la línea, de forma discreta y con un peso variable que nos lo mostrará el estado del río. Si pescamos en tramos de corriente o lo hacemos a principio de temporada cuando los ríos van crecidos debemos plomar más la línea para que esta no sea arrastrada con facilidad. En tramos someros y con menos agua, la plomada debe ser más ligera de modo que no llegue al fondo y quede en suspensión. Las zonas más productivas para esta ejecución son las zonas donde los bancos se resguardan a la noche o donde salen a cazar en zonas de corriente que no se vean, con aguas mejor revueltas.
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Pesca con Cuerdas/Tientos Este tipo de pesca consistía en dejar puestas varias cuerdas o tientos atadas a ramas en la orilla, en las zonas en las que los peces dormitan por la noche, se les ponía con cebo y se marcaban sus posiciones, al día siguiente se iba a arramplar con lo que habría caído. Esta forma de pesca, obviamente, también está prohibida totalmente hoy en día. Obviamente, y tal y como se aplica no llega a ser una trampa en la plenitud de su palabra, sin embargo se asemeja bastante al intento de acopiar y desbastar un hábitat fluvial que cada día está más mermado. Es difícil de gestionar cuando se pesca al tiento, con cebo, ya que muchas veces el pez traga el anzuelo muy profundamente y el quitarlo sin provocar daños irreparables, para poder devolver con vida es casi imposible, es más el que usa estas tácticas no tiene ese objetivo. El aparejo es muy sencillo. A nuestro anzuelo plomaremos ligeramente la línea, de forma discreta y con un peso variable que nos lo mostrará el estado del río. Si pescamos en tramos de corriente o lo hacemos a principio de temporada cuando los ríos van crecidos debemos plomar más la línea para que esta no sea arrastrada con facilidad. En tramos someros y con menos agua, la plomada debe ser más ligera de modo que no llegue al fondo y quede en suspensión. Las zonas más productivas para esta ejecución son las zonas donde los bancos se resguardan a la noche o donde salen a cazar en zonas de corriente que no se vean, con aguas mejor revueltas.