Pesquera de Ebro
09146 - Burgos
Arcos
Nos acercamos a un capítulo del que podemos presumir que en nuestro pueblo tenemos múltiples
representantes, y no solo de un estilo arquitectónico sino de varios, es un reto el pasear por las calles
de Pesquera de Ebro y disfrutarles, cada uno tiene un matiz y el factor común de todos ellos es que son
maravillosas obras de arte.
Para ponernos en el asunto y conocer un poco más,
comenzaremos haciendo una diferenciación entre dos
sistemas arquitectónicos, el dintelado y el abovedado. El
primero es el más antiguo implica que dos elementos verticales
pueden soportar un tercero horizontal. Las primeras muestras
de arquitectura adintelada pétrea son los dólmenes
prehistóricos, las que disponemos en nuestro pueblo son
posteriores al siglo XVI, pero seguro que aún queda alguna
construcción anterior en las que se aprecian los trabajos en la
piedra con dinteles de madera y pilares esculpidos en la
piedra, como el que hemos podido recuperar en nuestra casa
en el año 2012, que llevaba escondido al menos 300 años, el
balcón y la entrada actual, fue una ampliación que se hizo
bastante posterior a la antigua fachada, y seguro que si
miramos bien, en más de una casa encontraremos joyas
parecidas.
Sobre el abovedado, tiene su base en el arco, el elemento sustentante destinado a salvar un espacio,
más o menos grande, y formado por dovelas o piedras talladas en forma de cuña que originan empujes
laterales y desvían la carga vertical que soportan hacia los puntos de apoyo del arco, las impostas.
Nos encontramos multitud de arcos de medio punto, de tipo carpanel, de descarga, deprimido y
apuntado, este último estilo, tenemos al menos dos representaciones, y los dos tapiados.
Dentro de los ejemplos más numerosos de medio punto, disponemos de diferentes estilos y acabados,
otra vez se denotan dos aspectos la centuria de su ejecución y el poder de su financiador, así
encontramos el más habitual y clásico de medio punto, pero también hay escarzanos, peraltados y
rebajados, aspectos que merecen la pena observar.
Esos maravillosos trabajos en la piedra que se han vuelto a apreciar relativamente hace poco, y que
estuvieron olvidados y vilipendiados durante décadas, fueron edificados y disfrutados por nuestros
ancestros y nuestro compromiso debería ser el de mantenerlos para la futuras generaciones.