Pesquera de Ebro 09146 - Burgos
Pesquera de Ebro
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Nos referimos a La Morita, y a la Cueva de la Morita. Esto ya es un verdadero lujo, como no podía ser de otro modo. ¿Cuántos pueblos conocéis que tengan su propio ogr@? Mientras en otros lares temían al sacamantecas o al hombre del saco, que nosotros en Pesquera de Ebro también, aquí, además tenemos nuestro propio ogr@, ahora en la distancia y quitando lo negativo de que te intentaran inculcar un temor, es maravilloso poder contar con una leyenda propia y que posiblemente venga heredada de los años de la reconquista que aunque bien en nuestra comarca poco o nada tubo ya que aunque los árabes llegaron, no se mantuvieron en la zona. La Morita vivía en una cueva en Sobrepeña, que queda casi en el promontorio, pero en su zona norte, de modo que podía vigilar a Pesquera de Ebro simplemente sentándose en la trasera de su cueva y resguardada del frío, imaginadla sentada en el centro de mediodía con los pies al aire, por supuesto que es inmortal, pero no solo eso, además e importantísima, era la cualidad de que podía volar, eso l@ daba un poder considerable sobre el resto de los mortales, añadiendo que estando conde estamos tan cerca de Cernégula, quizás también deberíamos considerarle maga o como muchos prefieren brujilla. Ya ves, en aquellos tiempos, cuando no querías comer te decían: tú sabrás, si no comes vendrá La Morita, era la cultura que entonces imperaba. Y seguían diciendo que La Morita se llevaba a los niños que no hacían caso y nunca más se les volvía a ver ¿Quién de pequeño no la ha visto volar con su saya al viento?, dejando ese tema de cuento, queda una historia un tanto extraña qué se contaba, y era la del pastor que se le metió una cabra en la cueva y entró detrás de ella, en la cueva había un pozo, el caso es que el pastor puso una soga en un saliente y empezó a bajar al pozo... La cabra apareció por la zona de las Calzadas, sin embargo, al pastor no se le volvió a ver, y seguía diciendo, cuando fueron a la cueva, recogieron solo unos metros de soga, y la vieron que estaba cortada, como por un cuchillo, el de La Morita. Lo cierto es que cuando nosotros accedimos a la cueva, con muchísimo miedo, vimos que sí bajaba con una rampa pronunciada, pero no pudimos avanzar más de 200m ya que estaba cegada.
Nos referimos a La Morita, y a la Cueva de la Morita. Esto ya es un verdadero lujo, como no podía ser de otro modo. ¿Cuántos pueblos conocéis que tengan su propio ogr@? Mientras en otros lares temían al sacamantecas o al hombre del saco, que nosotros en Pesquera de Ebro también, aquí, además tenemos nuestro propio ogr@, ahora en la distancia y quitando lo negativo de que te intentaran inculcar un temor, es maravilloso poder contar con una leyenda propia y que posiblemente venga heredada de los años de la reconquista que aunque bien en nuestra comarca poco o nada tubo ya que aunque los árabes llegaron, no se mantuvieron en la zona. La Morita vivía en una cueva en Sobrepeña, que queda casi en el promontorio, pero en su zona norte, de modo que podía vigilar a Pesquera de Ebro simplemente sentándose en la trasera de su cueva y resguardada del frío, imaginadla sentada en el centro de mediodía con los pies al aire, por supuesto que es inmortal, pero no solo eso, además e importantísima, era la cualidad de que podía volar, eso l@ daba un poder considerable sobre el resto de los mortales, añadiendo que estando conde estamos tan cerca de Cernégula, quizás también deberíamos considerarle maga o como muchos prefieren brujilla. Ya ves, en aquellos tiempos, cuando no querías comer te decían: tú sabrás, si no comes vendrá La Morita, era la cultura que entonces imperaba. Y seguían diciendo que La Morita se llevaba a los niños que no hacían caso y nunca más se les volvía a ver ¿Quién de pequeño no la ha visto volar con su saya al viento?, dejando ese tema de cuento, queda una historia un tanto extraña qué se contaba, y era la del pastor que se le metió una cabra en la cueva y entró detrás de ella, en la cueva había un pozo, el caso es que el pastor puso una soga en un saliente y empezó a bajar al pozo... La cabra apareció por la zona de las Calzadas, sin embargo, al pastor no se le volvió a ver, y seguía diciendo, cuando fueron a la cueva, recogieron solo unos metros de soga, y la vieron que estaba cortada, como por un cuchillo, el de La Morita. Lo cierto es que cuando nosotros accedimos a la cueva, con muchísimo miedo, vimos que sí bajaba con una rampa pronunciada, pero no pudimos avanzar más de 200m ya que estaba cegada.
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